A pesar de que fue un cuatrimestre en lo personal, hasta ahora muy atípico. Pude salir victorioso de varias peleas contra mi propio ser. Quizás no sea el momento de hacer catarsis, pero necesitaba desahogarme. La escritura y la lectura, siempre fueron dos de mis más grandes amigas. A edad muy temprana, me tomaron, una de cada brazo, y nunca más de abandonaron. Se que siempre podré contar con ellas. Constituyen a mis más importantes hobbies. A medida que avanzo, tanto con la lectura de otros trabajos y la teoría, introduzco nuevos conocimientos, que me ayudan a acercarme a los techos que me voy poniendo. Me definiría como un arquitecto vanidoso pero muy autocrítico. Es decir, puedo estar conforme con lo que hago, pero al rato tiro abajo mi techo. Empecé con una casita de chapas, luego la hice de madera, cemento, y ahora intento hacerla de dos pisos. Conociéndome, luego intentare agregar más salas y quizás otro piso. No tengo apuro, tengo toda una vida por delante, mientras tanto voy planteándome diferentes objetivos con respecto a mis hobbies.
En relación a la entrevista y la crónica, debo admitir que estoy muy feliz, de haber podido adentrarme en mundos casi desconocidos para mí. Involucrarme no sólo en el análisis de otros trabajos, sino también, en el armado de los míos propios fue una muy linda experiencia.
¿Qué es escribir bien? He aquí una pregunta para la cual no creo tener respuesta, pienso que es muy relativo el tema. ¿Desde dónde se plantea? Estoy seguro de que, luego de terminar los dos bloques restantes, me encontraré en condiciones de dar una respuesta personal, mucho más interesante. En mi opinión, escribir bien es superar los límites impuestos por uno mismo. Ya sea en cuanto al efecto que se quiere lograr en el lector, como en la clara exposición de un tema. Estamos rodeados y determinados por límites que nuestro entorno, e incluso nosotros mismo nos imponemos. Nuestro deber es superar esas limitaciones.
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