viernes, 20 de junio de 2008

Carver

¿Por qué no bailáis?

En este relato se expone la historia de una pareja que da, con lo que parece ser una venta de garaje. Comienza con una descripción minuciosa de cómo el dueño de las cosas, las saca a la calle. Luego la narración se lleva a cabo, a través de descripciones y diálogos entre una pareja que llega a la casa del propietario de las cosas. Al pensar que es una venta de garaje, empiezan a probar los objetos ubicados en el porche de la casa. El dueño de éstos se presenta, y los invita a seguir probando a los objetos, a beber whisky, y a bailar. Poco a poco los emborracha, creándose siempre, situaciones donde si algo se deja en claro, es paradójicamente, que hay algo oculto, algo que no se le es revelado al lector, quien, impaciente aguarda por una resolución lógica de hechos. Cuando alguien se encuentra en una situación de suspenso, aguarda que algo lo sorprenda. Es lo que hacen las películas de terror. Las buenas películas, dan a entender que el monstruo va a aparecer antes de que aparezca, para captar una mayor atención por parte del espectador y generar adrenalina. Es lo que, en cierta manera, intenta hacer Carver en sus relatos. Mantenernos expectantes, hacernos conscientes de que hay algo que no se nos está mostrando, para captar nuestra atención durante todo el relato. Lo original de éste relato es que todo queda envuelto en signos de interrogación. El final nos cuenta que algo, no muy bueno ocurrió, pero no nos dice que fue lo que sucedió.

La historia número uno en este caso, es la relatada. La historia número 2, permanece sujeta a la imaginación y dotes detectivescas del lector.

De que hablamos cuando hablamos de amor

Aquí aparece la historia de un encuentro entre dos parejas. La historia número 1 y la más visible es la que narra el encuentro en si. Las parejas se reúnen y debaten sobre los diferentes conceptos que cada una de las personas tiene sobre el significado del amor. El anzuelo en este caso, está determinado por las constantes insinuaciones que Carver hace, sobre el posible comienzo de una pelea entre alguno de los matrimonios. El autor utiliza varias herramientas para atraer al lector, como por ejemplo ironía en las contestaciones y discusiones sobre experiencias pasadas por los personajes. Aquí se esconde la semilla de lo que podría ser la historia número 2, la cual, al igual que en el cuento anterior nunca termina de salir a la luz. Se deja entrever problemas en los personajes que derivan de situaciones vividas en el pasado (además de la influencia del alcohol, que, una vez más, se hace presente.). La narración termina con un corte de luz que afecta a los personajes y al lector. Ya que, no se sabe lo que ocurre después.

Una cosa más

Nuevamente, el eje del relato lo conforman, las discusiones, aunque en este caso, se presentan en forma más violenta. Un hombre discute con su esposa y su hija, quienes deciden echarlo de su casa. Nuevamente el factor suspenso, y el drama que asoma pero no aparece, absorben al relato. El cuento parece terminar en que el hombre, antes de irse de su casa, quiere decir unas últimas palabras. Pero nunca sabremos si dijo o hizo algo. Otra vez, la historia inconclusa obliga al lector a deducir los hechos. Un fuerte trabajo en la descripción, y acaloradas discusiones actúan como gancho para el lector.

Consideraciones generales

Varios son los factores y situaciones que se repiten en los 3 textos analizados. En ninguno de los 3 relatos, la historia número dos aflora al estilo de Edgar Allan Poe. Poe mantenía el suspenso en sus relatos, y al finalizar estos, sacaba a relucir la historia que permanecía oculta. Carver, deja con las ganas al lector quien finaliza una y otra vez haciéndose la misma pregunta: ¿y ahora que sigue? Benjamín planteaba que al generar esta respuesta en el lector, era una buena narración. Ni siquiera están dados los elementos (al estilo de novela o cuento policial) para que nosotros resolvamos el enigma de lo que se mantiene oculto. Podemos si realizar hipótesis, aunque éstas nunca serán completamente comprobadas como verídicas.

Otro componente que se repite, es el alcohol. En todos los relatos, alguno de los personajes termina bajo efectos de la bebida alcohólica que ingiere. Me es difícil determinar el porque una y otra vez aparece este factor. Deduje que se debe a la relación entre alcohol, inconciencia y desinhibición. Para que, al no aparecer la historia oculta, al menos aparezca, en parte la personalidad oculta de varios de los protagonistas de sus cuentos.

1 comentario:

Tomás dijo...

Yo todavía noto en la boca el sabor del cuero y del acero que me dejó, ayer noche, el penúltimo relato de "Catedral", titulado "La brida".

Tomás